La ciberseguridad es un tema candente hoy en día, aunque francamente, para algunos de nosotros siempre fue un tema muy interesante.
Ciertamente, las amenazas han ido avanzando a un ritmo alarmante y las organizaciones están cada vez más preocupados por la salvaguarda de su información y la de sus clientes, además de su reputación, especialmente después de la cantidad de violaciones de seguridad reportadas este año, y se encuentran a la búsqueda de soluciones que les garantice adecuadamente la seguridad de sus activos de información y la propiedad intelectual.
En este contexto, la industria de la seguridad cibernética está cambiando a un ritmo vertiginoso. Esto provoca confusión en el mercado cuando las empresas no están seguras de que solución elegir, y lo más importante, en que invertir.
Por ello, en este somero artículo, vamos a ofrecer alguna orientación que ayude a decidir sobre la compra de un nuevo producto de seguridad cibernética. En primer lugar, hay tres tipos de soluciones que se podrían adoptar.
Firmas y heurísticas.
Estas soluciones de seguridad son los tipos más básicos de protección, y también los más económicos, por qué no decirlo. Los sistemas basados en firmas buscan eso, una huella característica o código malicioso conocido, es un sistema básico y rudimentario que no protege de ningún tipo de amenaza desconocida, mientras que la heurística es una tecnología algo más avanzada diseñada para detectar códigos maliciosos de forma proactiva, es decir, sin la necesidad de contar con una firma específica, en teoría. Sin embargo, la solución de seguridad heurística analiza un archivo y compara su comportamiento con ciertos patrones preestablecidos que podrían indicar la presencia de malware.
Varias soluciones antivirus y suites de seguridad de Internet, afirman utilizar las detecciones heurísticas para encontrar malware. Argumentan que las tecnologías heurísticas pueden encontrar virus y amenazas desconocidas, detectando y defendiendo de nuevo malware que todavía no se ha descubierto (Amenazas de día 0) y añadido a los archivos de definición de virus (firmas). El software antivirus puede utilizar una o varias técnicas para detectar el malware de forma proactiva, pero la esencia principal de cada método es analizar las características del archivo sospechoso y el comportamiento para determinar si es de hecho malware.
La realidad de las soluciones heurísticas, es que, al utilizar patrones de referencia, se pueden eludir fácilmente, y en cuanto a las firmas, a partir de 2015 quedo claro que no son en absoluto fiables, especialmente contra el nuevo malware y las variantes de los antiguos, por mínimas que sean.
Sandbox.
El segundo tipo de solución de seguridad es el sandbox. Es el preferido por las aplicaciones de seguridad para correo electrónico, y son más efectivas que las soluciones heurísticas.
Un sandbox es un entorno aislado seguro que replica el entorno operativo de un usuario final donde se pueden ejecutar binarios, observar el entorno y clasificarlo en función de la actividad en lugar de los atributos. Esta es una manera eficaz de evaluar el comportamiento de un archivo antes de pasarlo al entorno real, y proporciona un mayor nivel de protección.
El problema con el sandboxing es que hoy en día el malware puede permanecer inactivo durante semanas o incluso meses, y pueden activarse mediante una serie particular de eventos preprogramdos que nunca se pueden replicar dentro del entorno virtual. En este caso, el sandbox percibirá el archivo como seguro, cuando de hecho está programado precisamente para eludir esta técnica, y a la espera de ser transferido al entorno real antes de atacar.
Análisis del comportamiento y protección de punto final.
Las soluciones basadas en análisis de comportamiento funcionan estudiando cómo se comportan las aplicaciones en tiempo real, marcando o deteniendo cualquier amenaza a medida que ocurre. Con el poder de la inteligencia artificial y la programación de bajo nivel, las soluciones basadas en el comportamiento son idóneas para proteger contra amenazas desconocidas con un impacto insignificante para el usuario final. En este contexto, cobran relevancia los puntos finales. Es una nueva estrategia con un enfoque de «endpoint-first» en las que el objetivo principal es ofrecer una protección de punto final, respaldada con soluciones de monitorización.
Una solución basada en el comportamiento extiende la supervisión a toda la vida de una aplicación, en contraposición a los pocos minutos de un sandbox o el puntual análisis predefinido de otras soluciones.
En definitiva, tener el enfoque correcto de la seguridad es esencial para sobrevivir en el mundo de hoy. Los estudios están mostrando cada vez más señales de advertencia de sistemas de seguridad ineficaces y a medida que reemplazamos la vieja tecnología con nueva, esto empieza a convertirse en una evidencia.
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